JARDIN DE NIÑOS

ANGELA RAMOS
comandointerestelar@hotmail.com

No es primera vez que Ángela trabaja con niños, hasta se podría decir que es a partir de la transformación que sufre este tema -en ella tan particular-, que nos es posible reconocer las constantes y los cambios que van informando sus periodos creativos, sea en materia de estilo de técnica o propiamente de concepto. A diferencia de otras instalaciones, esta vez vemos un acercamiento directo a una propuesta que logra resolver de modo cristalino la belleza más clara y “celeste” (para usar un término presente en la muestra) con la evidencia de una situación concreta: Los niños en la actual perspectiva de la sociedad.

Si bien es cierto que la instalación plantea la figura de un jardín donde crecen niños junto con árboles y flores, lo que se nos presenta es también una toma integral de una sociedad imposible de restringir en un medio, en un país o mucho menos en una cultura. La utilización de objetos asociados con niños o de contextos armados a partir de ellos, sigue siendo en Ángela el principal elemento que sostienen y da sentido a su lenguaje. Los objetos/figuras/seres siempre articulan un mundo cerrado -y resuelto- en una percepción infantil. Este es el medio donde Ángela comunica, y a estas alturas podemos decir que es a partir de la re-contextualización constante de aquel universo alegórico, que podemos hablar de su percepción de la realidad; pues lo que vemos es un mundo autónomo y casi inaccesible a nosotros. Si el mundo en Ángela se cierra cada vez más para volverse más completo y puro, es por ser el reflejo en positivo de un mundo que vivimos complejo y problemático. Esa es la denuncia en Jardín de Niños;- la belleza que en nosotros se vuelve conciencia de un fenómeno generacional que parece no coincidir con lo que conocemos como periodos y ritmos constantes en el desarrollo adolescente, y que hoy como nunca se levanta como algo irreversible.

Lo que nos llega como esperanza y florecimiento es también el reflejo del cambio generacional que comienza a articularse en nuestro medio como nueva perspectiva cultural. Tal vez una de las instalaciones más hermosas y delicadas de nuestra artista, y a la vez una evidencia palpable de la nueva realidad tecnificada que se levanta en forma de reto y nuevo tiempo; y que desafortunadamente vemos son cada vez menos los jóvenes que logran atravesarla y escapar a la sociedad de los medios para descubrirse como personas, y no solo como traumas y conflictos.

Julio Flores del Monte
Cusco, abril de 2007